Embarcado ya en el avión rumbo a Viena, de ahí a Graz. Con la sorpresa de encontrarme a Pablo por Madrid, rumbo él también a Wien. Al final el mundo va a ser un pañuelo. Omitiré los detalles del vuelo, porque se resumen a dormir-despertarme-dormir-despertarme. Ah, y llamada de mi "pick-up" que a ver dónde estoy que me lleva a casa: Mein Freund, ich bin jetzt in Wien, in Flug. Ya en Viena el plan era sencillo: a Graz. Lo que no tuve en cuenta es la combinación para llegar al destino.
Así que nada, me enseñaron que ante la duda gas, y a Graz que me voy. Cojo las maletas, me compro un billete y sorpresa: no aceptan billetes de 50€. La crisis, no esperan guiris con tierras y reinos. Total, que ahí estaba este nuevo guiri con su carro de dos maletas, el jersey del equipo y de otro equipo colgando del portátil; y llega el tren. Es tarde, y queda poco tiempo para enlazar con Graz. ¿Duda? Pues gas. Ahí que me voy. Problema: escaleras sin acceso para carrito. Solución: abandonar carro. Es decir, 50cents perdidos de la beca Erasmus. Habrá que recortar en higiene. Como buen vasco, maletas a cuestas y abajo. Directo al tren, primera puerta, y aparecen cinco señoritas que cordialmente me ayudan a subir. Uno sudado, oliendo a competición y con las uñas con grasa no está como para ponerse a hacer reverencias, pero bueno, no nos quejemos. ¿Falta algo? ¿Qué pasa? Ah, sí. ¿Dónde voy? Preguntando en el tren, nadie sabe nada. Empiezo a dudar si me dieron beca para Austria o Australia, si Graz está por aquí... Llamada de emergencia a "The Boss", me comenta que el último tren a Graz sale a las 21.02 de Viena. Problema: Faltan 50minutos y voy en la dirección equivocada. Solución: Bajarse en una estación grande y llegar como sea (taxi, tren, metro, caballo, carreta).
En la estación pregunto por los taxis. Niente de niente. Que suba arriba a por ellos. Bueno, pues a por taxi... A fundirse la beca sin pisar Graz. Achtung!!! El próximo tren a la estación de Viena sale en 15min,¿taxi o tren? Tren y a rezar para que quede cerca. Venga, hemos venido a jugar. Con la tensión en el cuerpo y una semi-sonrisa de satisfacción al ver la luz al final del túnel es hora de tomarse algo. Una fanta. Venga. Que lo tiramos. Y sí, al suelo. Abrir y heisser. Empezamos bien. Sudando, manos pegajosas y al tren.
Se alinean los astros y voy montando en el tren correcto, a la hora correcta. Ahora a descansar, que esperan 2horas y media de viaje. Por suerte, amenizadas por una visión GPS con velocidad y destinos. Live timming! Siestecilla, pan y agua. Y cosas que prefiero no recordar que contaré a quien me pregunte, pero insisto, prefiero no recordar. Estas imágenes que ves una vez y ya no quieres volver a ver en años, siglos y milenios. Una imagen que... Ni mi teclado me deja expresarlo.
Es igual. Estoy en Graz. Y tengo mi particular comité de bienvenida: The Boss, El Gurú y M. ¡Empieza Erasmus!
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