Pues ahí estaba yo dentro del frentu ruso (Rusia, Kazajistán, Rumanía) rumbo a Heidelberg. Por 8€ teníamos ida y vuelta, en un viaje que dura más de dos horas. Non e male.
No sabía que el plan iba consistir en dos coches que vendrían a buscarnos para subir hasta el castillo, pero bienvenido sea. La unión hace la fuerza, o eso creo. Cada vez me doy cuenta más y más de que cada uno de nosotros tiene una historia que merece ser escuchada por lo menos una vez. En este caso, me cuentan que en Rumanía ellas como médico, ganand 400€. Menos que el servicio de limpieza ó los currelas de a pie (con el máximo respeto claro está hacia ellos). De ahí que emigren a Alemania en gran número, aquí buscan médicos a más no poder. Me sentía como un privilegiado, y es así como lo veo ahora. Creo que muchos de nosotros, no todos, tenemos grandes facilidades para llegar lejos. Y llegar lejos no es ganar mucho dinero, sino ser alguien. Así que lo mínimo que puedo hacer es intentarlo con todas mis ganas, porque la oportunidad me la han dado sin haber hecho mucho yo personalmente para tenerla. Lo mínimo es corresponder con lo máximo que pueda. Otra ha comentado que después de trabajar en una gasolinera ahora buscaba trabajo en un McDonald´s. Si mal no le he entendido, estudió económicas.
Volviendo al viaje... Hemos ido en dos coches al castillo, se encuentra en la falta de la montaña que resguarda la ciudad de Heidelberg. He pasado miedo con el estilo de conducción rumano; normalmente cuando alguien va rápido en un coche, dentro de un límite, me rio como acto reflejo. Hoy no. Hemos llegado bien, y le doy las gracias por llevarnos, pero un estilo un tanto... raro, raro, raro.
Ya en el castillo de Heidelberg, las vistas son increíbles. Aunque el día no ha acompañado por la lluvia, le daba un halo de misterio muy sutil. Desde la terraza del castillo se puede ver la ciudad de Heildeberg y el río que la bordea con dos magníficos puentes. Se respira historia y nostalgia, se palpa que es Alemania. Me gusta, me convence. Aunque sus montes me recuerdan a los de casa. Tampoco es como para ponerse nostálgicos. El Castillo está en ruinas desde finales del XIX, nada que ver el ejército Nazi (malpensados). Aquí también se encuentra el museo de farmacología. Recuerdos a los futuros médicos, enfermeras...He visto Mirra!!!!
Poco más que decir de Heidelberg. Luego hemos comido en un chino y me he quedado muy satisfecho con la galleta de la suerte, ahora la guardo en la cartera. Contenía la palabra clave de este año. Como una de mi clase era amiga de estas rumanas (gentilicio), hemos ido 2min. a ver su piso. Pero nada de tiempo porque teníamos que coger un tren de vuelta. Maximus el Grande casi lo pierde, él se había quedado visitando a unos amigos en Heidelberg.
Espero poder visitar de nuevo esto en un futuro, subiendo las cuestas con un Ferrari rosso corsa. Lo veo.
Bis bald,
te estas aficionando a esto de escribir eh? cada dia una entrada mas larga :).
ResponderEliminart has perdido tu 6º primer dia d uni jajaj!!
espero que sigas ampliando tu circulo social, que tal las fiestas??
¡Ahí, ahí, haciendo turismo y amistades internacionales a saco! Disfruta mucho, seguiré leyendo tu diario ;-)
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