viernes, 29 de junio de 2012

Nuevos aires, nuevos destinos. Hora de decir hasta luego

No creáis que no me acuerdo de que he dejado la historia de "Memorias de la Riviera" sin cerrar, esperando todavía a contar ese final. No es que me haya olvidado del viaje, ni de la gente. No creo que nadie se haya podido olvidar de ese viaje, y dudo -por suerte- que podamos hacerlo. Quizás me pase como con el viaje a Alemania, que no soy aún capaz de cerrarlo.

Capítulos sin terminar, páginas sin escribir. Bien puede ser por una sencilla razón: porque van cayendo en el olvido. Podría serlo. No puedo negarlo. Pero prefiero pensar que es por otro motivo. Quizás sea que porque son historias que nunca se cerrarán, porque siempre tendrán algo en el presente que las seguirá escribiendo. Porque desde Riviera Maya no han sido pocos los días en los que nos hemos juntado a recordar anécdotas, a repetir frases, y a tratar de volver a sentirnos como en aquella hamaca de la playa y la pulsera, en la piscina con las palomitas, en lo alto de Coco Bongo al ritmo de Brasil o entre ecos de las ruinas de los maya. Recuerdos en pulseras y colgantes que llevamos.Recuerdos de un gran viaje que tuvo su despedida. 

Quizás sean las despedidas lo que no me guste, y por ese mismo motivo dejo estas historias sin cerrar. Y ahora la historia comienza. Es hora de despedidas, de "feliz verano" y de "nos veremos, pásalo muy bien". Sólo que esta vez el "hasta luego" se alargará hasta finales de diciembre, enero, o quizás febrero. Después de cuatro años de carrera, disfrutando, sufriendo (tampoco nos pongamos dramáticos), trabajando y conociéndonos es hora de abrir nuevos capítulos. Algunos lo harán desde el otro lado del charco, desde el frío norte, desde el centro de Europa o desde donde nace el Sol. Algunos ya lo han hecho, o lo harán en apenas unos dias. Gente que acabas conociendo, que te va conociendo. Gente que aporta algo distinto. Único.

Y es ahora momento de decir "hasta luego". Que las despedidas sean rápidas y alegres, que la oportunidad es única y el tiempo limitado. A mi todavía me queda hasta septiembre gasolina por estos lares, pero a los demás, a las que se han ido, se van, a los que se irán: a disfrutar. Simple y llanamente, a disfrutar.

Feliz verano. Feliz Año.

Be Guibo