martes, 31 de diciembre de 2013

Comenzando nuevos capítulos. Balance 2013.

Podría copiar casi íntegro el párrafo inicial de "Balance 2012" y se ajustaría bastante a lo que pasa ahora. Dicen que el tiempo vuela, pero no sabía que lo hacía tan rápido. Es difícil ponerle un comienzo a 2013, quizás sea esto causa y efecto de enlazar las historias una a una, de empezar a darse cuenta de que las historias no la escriben las fechas sino las personas y las situaciones. Y es buena señal.

Empezó enero mirando a Austria. A seguir el sueño llamado a Erasmus. Pensando en volver a la Neubaugasse, a aquél Top 1 conquistado por méritos propios por Lupita de donde nos llevamos un inmenso botín que aún hoy sigue dando sus frutos. Días en Graz (antes no lo ubicaba en un mapa) que sirvieron para forjar amistades que parecen durar ya años, y que continúen durando siglos. Salimos de ahí con tristeza, con la pena de cerrar una etapa pero como dijo un grande lo importante no es lo que dejas sino lo que te llevas.

Tocó afrontar la vuelta a la realidad. Pero bendita realidad. A falta de menos de unos meses para terminar los exámenes de una carrera que empezamos con ilusión hace ya cinco años. Hace ya cinco años que entramos por esas puertas sin conocernos, y aquí estábamos, a falta de días para terminar. Recuerdo el primer día como si hubiera sido ayer, recuerdo estar en aquella clase de Álgebra sentado al lado del que sería Mr. Promoción este año y ni nos conocíamos. Qué tiempos. Vivimos todos ese DEP Plan 99, nuestro día de la Promoción, nuestras últimas fiestas juntos como alumnos y los últimos días en nuestro búnker. Del que hemos hecho entre todos, durante estos cinco años nuestro pequeño refugio.

Abril y los 23, mayo y el fin de exámenes. Y sin darme cuenta, de nuevo día y noche en nuestro taller para sacar nuestro coche. De nuevo en Silverstone, quién me diría que lo pisé como novato en 2010, y de nuevo a seguir aprendiendo en competición. A volver a caer para volver a levantarse. A sentir el mismo escalofrío e ilusión al ver salir el monoplaza, al presentar el diseño... Quizás sea la última ahí con el equipo, pero que del equipo nunca me iré está claro. Eso se lleva dentro. Los equipos no hacen, se hacen, y una vez hecho ya te dura por siempre.

El verano y Menorca, nuestros días de desconexión, de frases míticas y calas épicas. Día a día como uno nuevo, cada momento distinto. Costó hacer por fin un viaje juntos, pero aquí estaba. Amanecer ahí, piscina, cala, tranquilidad... El Sol también nos dió, ¿qué más?. La base de la pirámide estuvo completa. Seguro que no será el último. Después el EuroTrip con FSGermany (sin carreras parezco no concebir el tiempo), Amsterdam y Bélgica. Reinventando mis recuerdos de Bélgica, pasando de un viaje de mochilero a tener cama y piscina climatizada. Eso sí, cinco en un coche, 3000kms.

Y volvemos a septiembre. Pasando buenos ratos aquí, buenos momentos con mejores compañías. No hubo Challenger en Ondarreta pero a uno le tocó hacerse las maletas a Alemania. Nos quedamos sin nuestro "local" pero el espíritu siempre estuvo ahí.Y ya estamos en septiembre... Y estamos en Graz.

Un nuevo capítulo en Graz. Lo prometí, dejando uno de mil mensajes por enviar. Pero ya no iba con la etiqueta de Erasmus, ya era momento de hacer un proyecto para ser ingeniero... El inicio, como todo, siempre es duro. Difícil dentro de nuestra burbuja de "dificultad", ya sabéis. Días algo solitarios, sin muchos contactos, sin saber muy bien a veces qué hacía de nuevo ahí, y pensando si mi adicción... (calma, adicción a Motorsport) iba a ser buena para mi. Hasta que te haces un hueco, te despiertas y miras alrededor y te das cuenta de que has tomado la mejor decisión del año. Disfrutando cada día, aprendiendo, caminando y haciendo camino. Nuevas tareas, nuevas herramientas, nuevos sitios y nuevos compañeros de viaje. No necesito lotería tocándome lo que me está tocando.

Tranquilos, que nos dan las uvas,  cerramos ya con la vuelta a casa. Como el turrón, por Navidad. Como decía por ahí "a comer bien, descansar y no ver ningún noodle cerca". Con dos "bichos" que empiezan a dar sus primeros pasos (de aquí a dar GAS no les queda nada) y en casa. No hace falta añadir más.

Y ahora, sin darme cuenta, 365 días después vuelvo a estar mirando hacia Graz. Pensando de nuevo en mi regreso en enero, a seguir escribiendo más capítulos de esta historia. Ya dije el año pasado que era un trabajo de equipo, y me reafirmo, seguiremos escribiendo estos capítulos juntos. Que el 2014 nos traiga salud, y el resto lo conseguiremos nosotros con esfuerzo y ganas. Y un recuerdo especial a aquél que nos metió a muchos una especial ilusión al verle correr con la macchina rossa. Te pondrás bien. Y así escribiremos juntos nuevos capítulos.

Hagamos del 2014 otro año increíble como hicimos de este 2013. La oportunidad está ahí y tenemos que aprovecharla. Gracias a todos los que hicieron de 2013 otro año digno de recordar, otro año para enmarcar y lleno de ilusión con el que uno puede afrontar el siguiente sabiendo que cuenta con el mejor equipo.

Feliz Año 2014.