viernes, 21 de septiembre de 2012

Italia. Sempre dritto.

Italia. Todas las historias que empiezan por Italia me motivan, me dan un plus de optimismo diferente.  Pero ahora que todo ha pasado, que ya se ha calmado todo, no puedo creerlo. Han sido doce días, pero han dejado recuerdos para mil más.

Todo empezó en Monza, en la catedral de la velocidad. Había que venir aquí, era justo por Lupita. Era lo prometido. Para cualquiera que le guste la velocidad Monza es especial. Pero si además uno es tifoso, rosso  nel cuore, esto es otro mundo. Es un hervidero de pasión, es el Gran Premio de casa. Ahora que miro, realmente esto empezó en Graz, no Monza. Subimos a bordo del tren nocturno (21.35 salida, 8:00 llegada) desde nuestra nueva casa (Graz) hasta Milano. Con la motivación por las nubes, sin tiempo de haber conocido a Graz aunque sí a buena gente. Tren-litera, con un inglés que pensaría en la que se avecinaba al ver colgar una bandera Ferrari por el camarote.

Llegada a Milano, maletas en consiga y rumbo a Monza.Conocimos a un libio por ahí que se unió a la fiesta. Aunque contando historias de la guerra que te cambian la cara y te hacen parar un poco y pensar. Hicimos la del guiri al bajarnos en Monza pueblo, esperar a los buses lanzaderas y desesperados ir andando "porque no estaba tan lejos". Total, más de una hora y media andando a buen ritmo. Grainning, blistering y mil cosas más en los pies. Había que llegar. Pero los ánimos a veces bajaban. Sólo el susurro de los monoplazas en medio del bosque nos empujaba a seguir. Sales del pueblo y sólo queda una carretera por un parque natural, con verde al fondo y a los laterales. Calor, mucho calor. Y con ganas de ver ya un monoplaza en acción. Se intuye el circuito, uno adivina a ver la curva más allá de los pinos y caminos. Pero hay que llegar.

Kaiser Schumi VII
Caminata, y llegada. Desaparece el cansancio al llegar al circuito. A la zona. A la catedral. Decidimos comprobar nuestra zona y buscar -bajo recomendación del libio- otra grada que hoy es día libre. Total, más caminata, unos 35min. Encontramos nuestro nuevo sitio en la segunda variante. Y ahí que vienen los F1. El cansancio empieza a cobrarse víctimas y alguno opta por dormir. Pero ves los F1 y vuelve esa conexión especial. Mágicas reducciones, el piano, los baches. En acción, la F1 es otro deporte. Michael, Massa, Alonso, Kimi... A tan sólo 10metros. Tan cerca y tan lejos. Así toda la tarde, con cambio  de grada para ver los GP2 y los Porsche. Y el cansancio que dice basta, que mañana es sábado.

Importante saber dónde coger el tren
Con la sensación de haber podido organizarnos mejor, volvemos a casa. Ahora a Castellanza. ¿Tarea sencilla? No, no, y no. Otra vez pateada. Castellanza es un pueblo con una estación de tren tipo aeropuerto de Castellón. El pelotazo inmobiliario será nuestro patrimonio pero Italia no se queda lejos. Salimos ya de noche de la estación y preguntamos por Castellanza, nos miran como ¿qué hacen estos aquí? y nos mandan "Sempre dritto". Un dritto por aquí otro por allá, preguntamos la calle y te dicen "¿Calle... en Castellanza?". Nos miramos con cara de "¿Dónde va a estar si estoy aquí?" y seguimos dando vueltas, rodando Castellanza como si no hubiera mañana. Mil kilómetros, ya puestos dormimos en el suelo. Llegamos, con cansancio máximo, de esto que te ríes y lloras a la vez. Encontramos la casa, no nos abren. No nos abren, y por fin nos abren. Dormimos tres en un sofá. Sí, tres. Tipo tetris. Haciendo piña Lupita. Y nos despertamos con la sensación de que si Lupita ha podido con esto, nada podrá con nosotros.

A por el sábado. A por la pole.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Graz.Día 1: Vini, vidi y... viaje

Embarcado ya en el avión rumbo a Viena, de ahí a Graz. Con la sorpresa de encontrarme a Pablo por Madrid, rumbo él también a Wien. Al final el mundo va a ser un pañuelo. Omitiré los detalles del vuelo, porque se resumen a dormir-despertarme-dormir-despertarme. Ah, y llamada de mi "pick-up" que a ver dónde estoy que me lleva a casa: Mein Freund, ich bin jetzt in Wien, in Flug. Ya en Viena el plan era sencillo: a Graz. Lo que no tuve en cuenta es la combinación para llegar al destino.

Así que nada, me enseñaron que ante la duda gas, y a Graz que me voy. Cojo las maletas, me compro un billete y sorpresa: no aceptan billetes de 50€. La crisis, no esperan guiris con tierras y reinos. Total, que ahí estaba este nuevo guiri con su carro de dos maletas, el jersey del equipo y de otro equipo colgando del portátil; y llega el tren. Es tarde, y queda poco tiempo para enlazar con Graz. ¿Duda? Pues gas. Ahí que me voy. Problema: escaleras sin acceso para carrito. Solución: abandonar carro. Es decir, 50cents perdidos de la beca Erasmus. Habrá que recortar en higiene. Como buen vasco, maletas a cuestas y abajo. Directo al tren, primera puerta, y aparecen cinco señoritas que cordialmente me ayudan a subir. Uno sudado, oliendo a competición y con las uñas con grasa no está como para ponerse a hacer reverencias, pero bueno, no nos quejemos. ¿Falta algo? ¿Qué pasa? Ah, sí. ¿Dónde voy? Preguntando en el tren, nadie sabe nada. Empiezo a dudar si me dieron beca para Austria o Australia, si Graz está por aquí... Llamada de emergencia a "The Boss", me comenta que el último tren a Graz sale a las 21.02 de Viena. Problema: Faltan 50minutos y voy en la dirección equivocada. Solución: Bajarse en una estación grande y llegar como sea (taxi, tren, metro, caballo, carreta).

En la estación pregunto por los taxis. Niente de niente. Que suba arriba a por ellos. Bueno, pues a por taxi... A fundirse la beca sin pisar Graz. Achtung!!! El próximo tren a la estación de Viena sale en 15min,¿taxi o tren? Tren y a rezar para que quede cerca. Venga, hemos venido a jugar. Con la tensión en el cuerpo y una semi-sonrisa de satisfacción al ver la luz al final del túnel es hora de tomarse algo. Una fanta. Venga. Que lo tiramos. Y sí, al suelo. Abrir y heisser. Empezamos bien. Sudando, manos pegajosas y al tren.

Se alinean los astros y voy montando en el tren correcto, a la hora correcta. Ahora a descansar, que esperan  2horas y media de viaje. Por suerte, amenizadas por una visión GPS con velocidad y destinos. Live timming! Siestecilla, pan y agua. Y cosas que prefiero no recordar que contaré a quien me pregunte, pero insisto, prefiero no recordar. Estas imágenes que ves una vez y ya no quieres volver a ver en años, siglos y milenios. Una imagen que... Ni mi teclado me deja expresarlo.

Es igual. Estoy en Graz. Y tengo mi particular comité de bienvenida: The Boss, El Gurú y M. ¡Empieza Erasmus!

Graz. Dia 0. Nuevo capítulo

Es curioso que el inicio de los viajes empiecen con una despedida. Por lo menos de estas que dejan buen sabor de boca, la satisfacción del deber cumplido, de haberlo intentando. La Formula Student Spain ha sido probablemente la mejor manera de despedirme de mi casa para los próximos meses. Aunque para esa experiencia esté el blog del equipo Tecnun Motorsport (www.fstecnun.blogspot.com) -aprovecho para publicitarlo de forma cuasi-desinteresada- hay cosas que tienen firma personal.

Estos cinco días por allí han sido increíbles. Desde los buenos momentos de sonrisas y alegría, donde el tiempo no existía. Hasta la tristeza y la impotencia. La sensación de no saber cómo salir de ahí, de volver atrás en el tiempo y cambiar algo. Pero al final siempre triunfaba el espíritu de equipo, el carácter Tecnun Motorsport. Les agradeceré siempre su confianza estos días, en esos briefings mañaneros, en esas bromas con el Staff, en estos días de equipo. Hay equipo para rato, hay equipo de gasolina para un largo futuro. Gracias de verdad. Somos un equipo. Somos uno. Iré contando más cosas de estos días: ese gusanillo de pilotar, esa sensación de equipo, el calor y la lluvia. Y cómo no. El staff. La gente. Los voluntarios. Esos amigos de rojo que nos ayudaban en todo, nos desconectaban del estrés y nos animaban a seguir luchando. En pista siempre animando, fuera del circuito... También. Muy buena gente la que he conocido estos días. Espero volver a verles porque ha merecido la pena. Las competiciones no son grandes por la calidad de los monoplazas sino de las personas que están ahí. Moltes gracies!

Y de ahí a Graz. Tan brusco como lo escribo. Me fui el lunes después de haber visto el domingo una estrella fugaz en el circuito. Algo que nunca podré olvidar. Una estrella fugaz vista desde la grada del circuito de Montmeló. Una señal. Seguro. El lunes a las diez, rumbo al Prat. Rumbo a un nuevo capítulo.

GRAZ