miércoles, 31 de diciembre de 2014

Balance 2014: El año del selfie

Dicen que es la palabra del año. Dicen que es la que ha estado en boca de todos y merece ese honor; el de ser reconocida como la palabra más importante del año. Y eso es mucho decir puesto que durante estos 365 días nos hemos comunicado; nos hemos escrito, llamado, "whatsappeado", "twitteado" y demás formas de comunicar que seguimos creando. El caso es que esta ha sido la elegida. La palabra de entre todas las que hemos usado es la que se corona como la reina.

Muchos ven el "selfie" lo que la palabra indica "uno mismo". Pero creo que un "selfie" va más allá de eso. En este 2014 ha sido la forma de capturar esos momentos que han hecho de este año un gran año. Vuelvo a decir, como dije hace un año, que podría copiar y pegar el párrafo del 2012 para la despedida del 2013. Porque este ha sido de nuevo un año espectacular. Ha sido un año donde tengo muchas "selfies" que recordaré, pero sobre todo aquellas donde no estaba sólo sino bien acompañado. Esas son las que cuentan. Es son las que hacen que un autorretrato tenga más sentido; porque compartida, la vida es más (no es una cuña publicitaria).

Empezó enero en Austria como estudiante, trabajando con ese PFC para cerrar esta etapa de universitaria. Con la mente también puesta en el futuro, en la primera ocasión laboral. ¿En qué país? ¿Haciendo qué? ¿Por qué? Muchas dudas en el horizonte, pero todas con ilusión y con las ganas de seguir peleando por lo que uno desea. No tuvimos un invierno frío allí y nos plantamos ya en abril, en el cumpleaños en el circuito, en la defensa del PFC y en el primer día de trabajo en mayo... Allí donde más a gusto te sentías, en Graz. En competición. La competición es rápida, trabajas para hacer que las máquinas vayan aún más rápido, pero por mucho que vuelen nunca superarán el ritmo de la propia vida.

Y así el verano, y así la F1 en Austria, Graz su verano, con el trío calavera y los que lo iban aportando y complementando. Volver a casa en agosto. Disfrutar de San Sebastián, de la playa, de las tardes de playa y paseos. De las fiestas por casa, de la familia y sus nuevos integrantes (¡cada vez más grandes!) y de saborear los momentos aquí. Que como en casa en ningún sitio. La familia, los amigos, la ciudad... Lo es todo. Así cuesta volver a Graz aunque allí la compañía sea del más alto nivel. El otoño, el trabajo, disfrutar de la "segunda casa" en Austria... Y el tiempo, tic-tac, que sigue pasando; que no anda sino corre. 

No todo fueron buenos momentos en 2014, también los tuvimos malos. También nos dejaron y aunque siempre serán recordados son momentos difíciles. Donde te vuelves a dar cuenta que no estamos aquí para siempre, ni nada garantiza el mañana. Pero aunque se fueron ya, las pequeñas cosas que recuerdas en tu cabeza son las que te harán sentirlos cerca. Por los que seguirás persiguiendo tus sueños y sentirás su apoyo. 

Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Anduvimos en 2014 con la intensidad que un año único merecía, con la convicción de luchar por los sueños y la satisfacción de estar siempre muy bien rodeado. Ahora viene ya 2015, un año para seguir creciendo y disfrutando. Para seguir aquí y allí, donde paremos, o mejor dicho, donde continuemos, este camino que comenzamos a andar años atrás. El año 2015 comienza ya, y con él los buenos propósitos se cumplirán si ponemos todo de nuestra parte. Que nos brinde salud y del resto nos encargaremos nosotros. Lo mejor no está por llegar, no, lo mejor ha llegado y llegará. Y seguirá llegando. Todo paso a paso. Todo con ilusión. Feliz 2015 a todos. 

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